Cuantas cosas pasarón a lo largo de casi 30 años...
Porque casi nunca etendiste que existía; y no fue hasta hace como ocho años que lo recordaste, y los cuales me dejarón todo o gran parte de lo que soy ahora.
El ser ojete, desgraciado y cruel lo aprendí de ti. Tambien aprendí a no dejarme de cualquier pendejo/a; a no ser tan marica y tan llorón (hablando entre hombres); a afrentar los problemas como van, como "hombre" y sin miedo.
Me enseñaste a no mentirte -puesto que te reencabronaba que lo hicieran- y a entender que si la regaba pues ya estaba hecho, que nada me justificaria, y que aceptara el castigo sin reprochar o preguntar un ¿y porque?
Tambien entendí que no siempre tenía la razon (como olvidar tus pinches "es que tu y yo nunca vamos a estar de acuerdo porque TU siempre quieres tener la razon o que se haga lo que tu digas"); y te jactabas de saber que me habias hecho mas que encabronar!
Me dejaste grandes platicas sobre política, sobre finanzas y hasta de futbol (aun y cuando no me gusta ese pinche deporte, que por ti aprendi un chingo de cosas e investigue otras). O como olvidar esos debrayes sobre trabajo, sociedas, y hasta rock! (chinga, tenias que estar en todo!!).
Te burlabas de mis viejas porque decias que me hacian como querian, y hasta me amenazabas con "pues ojalá y no te hagan como pendejo porque ahi estare para verlo y burlarme" (si, la misma pinche frasesita que yo uso). Aunque eso si, siempre las respetaste, nunca hiciste una mala cara o un mal gesto. Eso nunca lo quise ver.
Y como olvidar tu leccón bien ojeta de que JAMAS dejara que nadie sintiera lastima por mi: "lastima a un perro, a mi ni madres!". Siempre me lo reprochabas y muy poco lo entendía.
Aunque tambien aprendí que todo exceso lastima, hiere y destroza. Lastima a los que quieres, lastima a tu gente, y te lastima a ti mismo (cruelmente). Y aunque nunca me creiste si puedo afirmar que eso lo he dejado mas que de lado.
Y lo mas cabron que me dejaste fue respeto y cariño; RESPETO porque nadie puede humillar al otro, nadie ni jamas se debe hacer. CARIÑO porque jamas entendí el porque de tus abrazos (muy rara vez) hasta que te limitaste a decir "gracias".
Hoy no te puedo decir más, salvo que mucha suerte... Quizás sea un camino por demas dificil pero tambien si algo me dejaste fue que por muy ojee que parezca le tienes que echar el resto y un chingo de coraje!
Te quiero un chingo, demasiado.
Creo que muy pocas veces te lo dije.
07 octubre, 2011
32 años... y -casi- un mes despues
Para ti, Rey...
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